domingo, 8 de mayo de 2011

Una flor de amor








Un capullo de rosa en su jardín germinó

y feliz en su negro pelo la colgó,
con los días sus blancos pétalos abrió
y el contraste de la rosa en su pelo
se convirtió en mi mas grande fascinación,
la rosa se fue marchitando
y de su tallo sólo subsistió una negra espina
que en su blanca alma se incrustó,
ella quiso protegerla con las lagrimas amargas
de su gran decepción,
quise consolarla con mi insigne devoción
pero la flor que en su alma sucumbió
le dejó clavada una cruel espina
en el fondo sagrado de su noble corazón,
el tiempo siguió su curso
y de la blanca flor ya nada subsistió
y hasta la sombría espina con el tiempo
también se marchito,
 una nueva flor a su vida le ofrendé
y esta vez la aseguró en el fondo
de su tierno corazón.


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