sábado, 18 de junio de 2011

Desierto de lapidas

Me sostengo con los recuerdos archivados
entre el frío hielo de turno
y de las lentas horas de azogue,
lagrimas de otoño
 viven aprisionados en mi alma,
dueño de un destino inclemente
entre sueños desabrigados de afectos,
de agrados
y de amores… simulados,
soy el perfume del destierro
de la soledad amarga
y con un dejo a alma deshabitada,
sólo espejismo guardan mis tiempos
de la realidad sólo me queda la ausencia,
soy un nombre confundido
que ya nadie nombra,
soy caminante que deambula por
desiertos de lápidas
bajo la sombra del silencio
y  de la mirada corva.


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